Nací en Lince, en 1972, donde pasé mis primeros 11 años jugando en los grandes parques de la zona. Luego, me mudé a Los Olivos, donde, como el peor de los alpinistas, sufrí un gran accidente que, felizmente, puedo contar hoy, a mis 43 años, en este 2015.
La academia y un canoso profesor de Biología me deslumbraron e hicieron que me decida por Biología. La gota para la decisión fue una mágica palabra «caldo primitivo». Hasta el día de la inscripción al examen de admisión, mi familia creía que postularía a Medicina Humana y debo agradecer al Discovery Chanel por ayudarme a explicar a qué nos dedicamos, nosotros, los biólogos.
Antes de finalizar la carrera, cuando había dejado a mi grupo irse a genética, yo me orienté a hidrobiología y, gracias a la Dra. Sonia Valle, ingresé a formar parte del grupo de investigación del Dr. Tarazona. Muy al inicio, me accidenté en el camino y tuve que regresar a Lima. Luego de mucho esfuerzo, me saqué el rótulo de «frágil» y nació otro problema, me mareaba en el mar. Mi persistencia, y el dimenhidrinato, hicieron posible estar en más salidas de campo hasta lograr hacerme cargo de ellas. Gracias a todo ese esfuerzo pude visitar las bahías de Ancón e Independencia, durante 14 años de mi vida. Es llamativo decir 14 años de mi vida. De ese tiempo, 5 días al mes pasaba mi vida en una isla.
Durante este periodo, aprendí sobre el trabajo cooperativo y su importancia en las investigaciones. Gracias al Dr. Tarazona, los estudios en El Niño y al Cambio Climático, pude conocer a diversos profesionales nacionales e internacionales, aquí y en el extranjero. Casi al final de este aprendizaje facilitado por él, vino la interacción con investigadores del INVEMAR donde nos hablaban de las Áreas Marinas Protegidas y, con esta nueva inquietud, viajé a unos cursos del mismo tema, en Cuba, y, al regresar, viene el primer aporte en el tema de AMP, los estudios en la, entonces, Zona Reservada San Fernando y, hoy, gracias a nuestros estudios, la Reserva Nacional San Fernando con aportes de TNC y SERNANP. Por esos días, dejaba de ser profesor de la UNMSM y migré a las consultorías, gracias a mis amigos: Liz Fuentes y Christian Carrasco.
Con dos socios, conformé The Environment Management S.A.C., donde, hasta hoy, nos preocupamos por los diseños estadísticos y un elevado nivel taxonómico en nuestras consultorías. Desde este lado, mi intención ha sido contribuir con el país, siempre apoyado de jóvenes investigadores como siempre lo he hecho, desde nuestro grupo de investigación en la universidad. Así desde mi oficina, junto con mi infaltable pizarra acrílica, comparto iniciativas y proyectos con mi equipo de jóvenes investigadores. Una vez, un investigador me comentó la importancia de generar información entre amigos y eso he buscado en mi equipo, siempre.
Actualmente, lo más novedoso que estamos impulsando es la capacitación de un grupo de nuestros investigadores en el tema de Caudal Ecológico con la interacción del ANA e IRD. Otro grupo está capacitándose para la acreditación de nuestro Laboratorio de Ensayo. Finalmente, estamos fabricando equipos estandarizados de muestreo hidrobiológico, empleando la técnica del marketing directo para poder estar más atentos a sus requerimientos.
Elmer Ramos, Especialista en Conservación de Ambientes Acuáticos.
Creador del TEM kit
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